Trazabilidad. Con vacas y a lo loco

¿Qué fue de las vacas locas? Más de una década después esta enfermedad está totalmente controlada que no erradicada. Hoy conocemos cómo sucedieron los hechos  pero, ¿hubiera sido posible otro escenario? ¿Qué hubiera pasado si desde el minuto cero contásemos con un buen plan de trazabilidad? Recordemos lo que ocurrió. 

Las cifras

La enfermedad se diagnosticó por vez primera en 1985 en el Reino Unido pero no es hasta 1994 cuando aparece una variante que afecta personas y es transmitida por carne de vacuno afectado.

Primeras muertes y alarma social. Se cierran las fronteras a la exportación de carne de Reino Unido pero ya se ha extendido a otros países europeos: Irlanda, Portugal, Francia, Italia, España… Fuerte caída de las ventas de carne. Entre 4-6 millones de reses mayores de 30 meses son sacrificadas como medida cautelar.

En 2001 en España, donde la dimensión del problema fue mucho menor, se cuantificaron pérdidas económicas en el sector ganadero que rondaron los 140.000 millones de pesetas (más de 840 millones de euros). 

De cuando las vacas se hicieron carnívoras

En condiciones normales una vaca debería alimentarse con hierba y forrajes. Cuando se pretende acelerar el ritmo natural de engorde se cambia el pastoreo por los cebaderos donde predominan los piensos. Y si esos piensos están fabricados con harinas a partir de carne y huesos de ovejas, como sucedió en Reino Unido, estamos transformando contra natura un animal herbívoro en carnívoro. Y  la codicia del ser humano abrió la posibilidad de transmisión de un nuevo agente infeccioso. Y llegó el prión y la naturaleza se rebeló.

Llámese rebelión de la naturaleza, del karma, o simplemente forzar la máquina, lo cierto es que se generó una crisis donde se hicieron muchas cosas mal y que merecen una reflexión.

No todo vale. Los beneficios económicos no pueden ser a costa de la seguridad del consumidor. Hasta la fecha no existía un control exhaustivo en todas las fases de producción. De poco sirve garantizar todos los controles sanitarios en la res viva y en el matadero si no hemos prestado la más mínima atención a la alimentación que ha recibido. ¿No somos al fin y al cabo lo que comemos? Pues los animales tampoco difieren de nosotros en este punto.

vacas locas

Trazabilidad: de la granja a la mesa

Se comprobó la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en todas las etapas de la cadena alimentaria que derivó en la implantación obligatoria de la trazabilidad de piensos, animales de consumo y alimentos en todos los países de la Unión Europea, recogida en el Reglamento (CE) 178/2002.

La trazabilidad es la herramienta que nos va a permitir realizar el seguimiento de un alimento (pienso o animal de consumo humano), conocer todos los aspectos relacionados con la seguridad alimentaria a los que ha estado sometido y poder localizarlo en la cadena alimentaria si se detecta que es nocivo.

Así pues en el caso que nos ocupa, cada productor de piensos deberá a partir de ahora conservar registros de todas las materias primas que recibe de su proveedor. Conservará muestras de los ingredientes de cada lote comercializado y lo tendrá disponible para la autoridad competente. A su vez le transmitirá a los ganaderos y empresas a los que venda el pienso, esos registros, junto con la información de las transformaciones sufridas.

crotales bovino. trazabilidad

Fuente

Los ganaderos guardarán los registros sobre los piensos y resto de alimentación del ganado, registrará los tratamientos veterinarios a los que fue sometido… todo ligado a un número de identificación individual que cada bovino recibe tras su nacimiento por medio de un crotal numerado en cada oreja y que también se registra en una base de datos del SINTRAN (Sistema Integral de trazabilidad animal).

En el matadero se comprueba todo una vez más, la explotación de procedencia de los animales, los controles sanitarios a los que fue sometido… Además de la documentación un inspector veterinario examina el animal antes y después del sacrificio para comprobar que es apto para el consumo.

 

Del matadero a las carnicerías o a los distribuidores la transmisión de la información continúa: información del matadero donde tuvo lugar el sacrificio, transporte vinculado al número de identificación del animal…

Todo vertebrado por un sistema de trazabilidad donde no hay un eslabón más importante que otro. Donde existen requisitos legales de información que se ha de suministrar en cada etapa para que al consumidor le sea transmitida en forma de etiquetado con total garantía y recupere así la confianza perdida.

Gestión de la crisis

A fin de poder controlar la enfermedad fue necesario adoptar medidas específicas. Tales fueron en primer lugar la prohibición de piensos a partir de harinas de carne. Se hizo obligatoria la eliminación del material MER, es decir, los tejidos nerviosos en los que se concentra la enfermedad, y la detección y eliminación de todos los animales afectados o sospechosos.

Una vez más la herramienta de la trazabilidad se pone de manifiesto. A la hora de aparecer animales sospechosos, es imprescindible comprobar los movimientos agropecuarios que han tenido lugar para poder localizar otros posibles animales contagiados, o poder retirar de forma rápida del mercado productos nocivos antes de que lleguen al consumidor. Todos los movimientos de ganado se encuentran registrados en la base de datos REMO del SINTRAN.

Formación

La trazabilidad es de obligado cumplimiento desde 2002 para todas las empresas del sector alimentario: producción primaria, transportistas, hostelería, restauración, comercio minorista, industria de transformación de alimentos… ¿Quieres conocer con más detalle cuáles son tus obligaciones y responsabilidades? ¿No sabes por dónde empezar?

moodle

Desde Simbiosis, S. Coop. Galega podemos ayudarte para que la trazabilidad no sea un motivo de preocupación. Impartimos el curso Trazabilidad en empresas del sector alimentario. Este curso es on line, para que puedas formarte a tu ritmo y cuenta con el aval del Sistema Nacional de Salud. Consulta aquí más información.

Autora: Ana Mª Chas Barba

Comparte