Adiós al dióxido de titanio (E-171)

La seguridad del aditivo dióxido de titanio (E-171) ha sido puesta en entre dicho en los últimos tiempos. Empecemos explicando en que consiste dicho aditivo.

¿Qué es el dióxido de titanio?

Se trata de un compuesto inorgánico con fórmula química TiO2. Es  un pigmento de color blanco usado en confitería, panadería y salsas. También se utiliza en el sector de cosmética y en medicamentos.

Se incluye dentro del grupo II de colorantes alimentarios, esto es, aquellos autorizados quantum satis

El término «quantum satis» significa que no se especifica un nivel numérico máximo y las sustancias se utilizarán de conformidad con la buena práctica de fabricación, en una cantidad no superior a la necesaria para lograr el fin perseguido y a condición de que no se induzca a error al consumidor.

dióxido de titanio E-171

Reevaluación

En 2016 el aditivo fue reevaluado por el panel de expertos en aromas y aditivos de la EFSA como parte de un programa de reevaluación sistemática en el marco del Reglamento (UE) nº 257/2010.

El dictamen recomendaba nuevos estudios dirigidos a determinar los posibles efectos sobre el sistema reproductivo, así como la caracterización del material en lo que al tamaño se refiere.  El dióxido de titanio (E171) contiene como máximo el 50 % de las partículas de tamaño nanométrico (es decir, menos de 100 nanómetros) a las que pueden estar expuestos los consumidores.  

chicles blancos dióxido de titanio

Recordemos que un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro, o lo que es igual, 10 E-9 m.

En 2020 se concluyó que si bien, cuando se ingiere el aditivo, la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, pueden acumularse en el organismo y no se puede descartar que ejerzan un efecto genotóxico. 

Los estudios sobre toxicidad general y orgánica no indicaron efectos adversos con E 171 hasta una dosis de 1000 mg/kg de peso corporal (pc) por día o con TiO 2 NP (> 30 nm) hasta la dosis más alta probada de 100 mg /kg pc por día.

¿Qué es la genotoxicidad?

La genotoxicidad es la capacidad de una sustancia química de dañar el ADN, el material genético de los seres vivos, y producir un efecto carcinógeno. Esto es lo que el dióxido de titanio podría causar. Los estudios concluyeron que no se podía descartar el efecto genotóxico, luego no podía establecerse un nivel de seguridad de ingesta diaria admisible.

ADN

En base a los resultados obtenidos se decidió la prohibición del dióxido de titanio como aditivo alimentario en la UE. El  Reglamento (UE) 2022/63 establece un periodo transitorio de 6 meses.

 

¿Debemos preocuparnos por los aditivos?

La evaluación de la seguridad de los aditivos se basa en una revisión científica de todos los datos toxicológicos pertinentes sobre el aditivo específico, tanto observaciones en humanos como pruebas obligatorias en animales. Incluyen estudios de alimentación de por vida y estudios multigeneracionales. Es decir, se evalúa la toxicidad aguda, a corto plazo, crónica, así como los posibles efectos de teratogénesis, mutagénesis y carcinogénesis.

A la hora de establecer la Ingesta Diaria Admisible de un aditivo se tiene en cuenta todo lo expuesto anteriormente. Para ello se calcula el NOAEL es decir el Nivel de Efectos Adversos No Observados para el efecto adverso más sensible relevante para la salud humana en las especies más sensibles de animales de experimentación.

Sobre este NOAEL se establece un margen de seguridad. El NOAEL se divide por un factor de seguridad, generalmente 100, lo que resulta en un gran margen de seguridad.

Además, todos los aditivos alimentarios se reevalúan de forma periódica en base a nueva información científica.

Uso en medicamentos

La prohibición afecta únicamente al dióxido de titanio de uso alimentario. En los medicamentos se utiliza principalmente como colorante y opacificante, pero además tiene múltiples funciones. La Agencia Europea de Medicamentos destacó que es de uso frecuente en varios medicamentos esenciales y que debe ser posible encontrar alternativas para sustituir los revestimientos que contengan dióxido de titanio. No obstante, actualmente esto no es viable.

medicamentos dióxido de titanio

La sustitución del dióxido de titanio (E 171) en los medicamentos autorizados exigiría una revisión y una evaluación individual de cada uno de ellos, que podrían requerir estudios de bioequivalencia. Esto podría traducirse en varios años y generar una escasez de medicamentos en la UE. Por lo tanto, provisionalmente se seguirá permitiendo en estos casos.

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Autora: Ana Mª Chas Barba

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