El tomate

¡Ya está aquí el verano!…, bueno aún no nos martiriza su “estruendoso calor”, pero ya falta menos.

…Y como modo preventivo, podemos ir haciéndonos a la idea para poder confeccionar una comida refrescante, para esos días en los que “Lorenzo apriete fuerte”…

Para ello hoy recurriremos a una hortaliza que, por regla general, nos gusta y refresca a todos:

El tomate

Ese rojo llamativo, o amarillo y también verde oscuro, que algunos lo clasifican como hortaliza y fruta (tiene las semillas dentro, es carnoso, sale de una flor y es, mucho más parecido a una sandía que a una col), por su color se parece a la ciruela, al melocotón rojo. Las clasificaciones no tienen por qué ser excluyentes.

Por lo general tiene cuatro cámaras, al igual que nuestro corazón.

tomatesEs fuente de licopeno, que aumenta con su maduración. Esa sustancia química vegetal que reduce el riesgo de enfermedades del corazón y produce regresión de algún tipo de cáncer. Posee propiedades antioxidantes, y actúa protegiendo a las células humanas del estrés oxidativo, producido por la acción de los radicales libres, uno de los principales responsables de las enfermedades cardiovasculares, y del envejecimiento. Alimento muy nutritivo que elimina el ácido úrico y reduce el colesterol.

Está muy presente en nuestra dieta y tiene infinidad de preparaciones: salsa de tomate, tomates secos, tomates al horno, ensalada de tomate, mermelada de tomate, tomates rellenos, sopa de tomate, gazpacho, zumo de tomate, o tomate confitado como acompañamiento de algunos platos.

Infinidad de recetas para el verano que llenarán de buen sabor y refrescarán nuestro paladar-

Los conquistadores españoles que fueron a México, poco después del descubrimiento del Nuevo Mundo, “descubrieron” el tomate y se trajeron algunas semillas a España, iniciando así la introducción del tomate en Europa.

Los tomates se dieron excepcionalmente bien en la tierra templada que rodea el Mediterráneo, así el tomate gradualmente se fue introduciendo en las cocinas regionales.

La historia de esta “hortaliza/fruta» comienza su “estrellato” cuando el gazpacho, la pasta y la pizza, especialidades de la cocina Mediterránea que han estado presentes durante siglos, conocieron EL TOMATE…

El tomate pertenece al grupo de las solanáceas, se deben consumir en temporada y madurado en la planta.

tomate

Pero en este verano, vamos a preparar otra “delicatessen” Mediterránea que puede que venga bien tanto en el Sur como en el Norte, para esos días calurosos en los que nuestro organismo necesita una alimentación que le refresque, lo relaje y lo nutra eficientemente.

… Vamos a confeccionar SALMOREJO… Esta receta fantástica nos aporta todos los nutrientes que contiene esta maravilla de hortaliza/fruta.

Salmorejo

El Salmorejo Cordobés es una de las banderas de Córdoba.El salmorejo, propiamente dicho, se compone de un majado (machacado, triturado) de una cierta cantidad de miga de pan, a la que se le incluye además: tomate, aceite, vinagre de montilla (opcional) ajo y sal, y existen multitud de variedades.

Es una crema servida habitualmente como primer plato; se trata de una preparación tradicional.

Se suele servir con pedacitos de otros alimentos en su superficie como: virutas de jamón, picatostes, o con migas de huevo duro, o trocitos picaditos muy finos de mojama. Por los ingredientes empleados se trata de un alimento y preparación bastante económica. Es frecuente servirlo fresco.

Posee algunas similitudes con el popular gazpacho; entre las diferencias cabe destacar el abundante uso de pan en su elaboración que hace al salmorejo más denso. Por otra parte, el salmorejo emplea como verduras únicamente tomate y ajo, mientras que el gazpacho se elabora con otras hortalizas como son el pepino, pimiento y cebolla.

Algunos platos andalusies con pan y vinagreta se servían en las bodas y se denominaban al-mujallal. Todas estas preparaciones eran de origen humilde y popular.

 Hasta aquí las recetas tradicionales, las que se han confeccionado durante siglos en esta zona del Mediterráneo.

salmorejo

Ingredientes

  • 1000 gr de tomates pera (ecológicos) maduros y rojos y pelados
  • 2 o 3 calabacines maduros
  • 1 diente de ajo
  • 1 cucharadita de sal de Bretaña (al gusto)
  • 30 gr de vinagre (al gusto)
  • 100 gr de aceite de oliva de 1ª presión en frío
  • 100 gr de mojama (para decorar, opcional)
  • 1 o 2 huevos duros (para decorar)

Preparación

  1. Cocer los calabacines durante 15 minutos aproximadamente o hasta que los veamos tiernos. Reservar hasta que se enfríen y escurrirlos muy bien una vez fríos, volver a reservarlos en el frigorífico. (podemos cocer los huevos a la misma vez)
  2. Poner los dientes de ajo, el tomate (mejor pelado), los calabacines reservados y la sal. Pasamos la túrmix y trituramos el tiempo necesario para dar la textura que deseemos (más o menos fina).
  3. A continuación vertemos poco a poco el aceite con la batidora en marcha sobre la textura del salmorejo hasta terminar los 100 gr. Verteremos el salmorejo en una fuente y lo reservaremos dos horas antes en el frigorífico.
  4. Trocear los huevos duros. Reservar
  5. Troceamos la mojama en pequeños trozos y reservamos.
  6. Unos minutos antes de servir, adornaremos la superficie con los huevos picados y la mojama picada. Servir muy frío.

Es una buena receta, ¿os habréis dado cuenta que varía un poco de la tradicional?, y así es.

Pretendo que sea compatible con nuestra forma de alimentarnos, quitando de en medio el exceso de hidratos de carbono, sustituyéndolos por el calabacín bien escurrido, que la da una consistencia muy cremosa y muy fina al plato… y de paso podemos comerlo sin “problemas” de “incompatibilidades digestivas o de “problemas con la dieta”.

Comprobaréis que el resultado es buenísimo, cuando hagáis la prueba, y no se nota nada que no lleva pan.

 

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